HOJA ESCRITA.
¿¡TODO BIEN, TODO BIEN!?
La expresión lanzada
por el carismático jugador de la selección colombiana “El pibe Valderrama”
“TODO BIEN, TODO BIEN” hizo carrera en la cultura caribeña, en especial en la
barranquillera.
El espíritu de la
expresión “todo bien, todo bien” a lo mejor fue para expresar el estado de satisfacción
personal por los éxitos deportivos, de
salud, de paz consigo mismo, de agrado con el público, con los amigos, con los
dioses que lo protegen, por trasmitir energías positivas a su entorno, por dignarse de hacer cosas en pro
de sí mismo y de los demás. Son estas
connotaciones las que validan el valor del afecto del PIBE consigo mismo y con
la vida y quien use la expresión en ese tenor puede decir: “!todo bien!, ¡todo
bien! Bienvenida sea.
La expresión desafortunada mente ha venido tomando otros giros, otras connotaciones que rayan
con usarla como sinónimo de indiferencia, de silencio cómplice, de aprobación a
lo inmoral, de dejar hacer, dejar pasar, de ser “chévere” o “bacano” ante
cualquier tipo de inmoralidad.
El culto que se le
viene haciendo al “todo bien”, es el equivalente al todo vale, es el andar por
los atajos, por el negocio sucio, por la cultura mafiosa y los ciudadanos para
acomodarse o adaptarse al medio tiene
que hacerse el de la vista gorda ante los distintos tipos de delitos y decir
“todo bien” y agregar como voy yo allí?
El famoso “cvy”.
En las instituciones
públicas esta expresión “todo bien”, “todo bien! Es un cáncer que ha hecho metástasis
y que tiene en cuidados intensivos a la institucionalidad por cuanto los anti
valores administrativos y de gestión económica ha desbordado el cumplimiento de
las normas constitucionales y legales que lo rigen.
Someramente quiero
referirme a la institución educativa, es la Escuela-Colegio el centro de la
formación y de la educación intencionada
del ciudadano en valores y competencias
para su desempeño en la praxis de la vida. Sin sobrevalorar a la institución
educativa considero que hoy tiene la sociedad en ella, la escuela -colegio, su
eje nuclear donde gira el devenir de la sociedad.
Nuestra Constitución
Política relieva su importancia en varios de sus artículos y la ley general de
la educación legisla todo unas intencionalidades del DEBE SER que no se
desarrollan porque el ESTADO también está mal utilizando el “todo bien” con la
cultura de la ilegalidad que no hace posible que se hagan realidades las
intencionalidades propuestas en la carta magna, leyes y decretos del MEN, dado
que los órganos de “control” también dicen TODO BIEN, TODO BIEN.
La democracia
escolar participativa por medio del Gobierno Escolar es una farsa que los
distintos estamentos decimos “todo bien, todo bien” y de allí deviene mala calidad educativa, la
violencia escolar, el mal uso de los recursos económicos y del talento humano.
La indiferencia por docentes por la gestión hace carrera hasta el punto que no
quieren hacer parte de los Consejos directivos. Pero hay que decir todo bien, todo bien.
Porque te pueden hacer un “traslado discrecional”. Lo cual lo avala la
secretaria porque existe un currículo oculto de dar golpes certeros a quien no
haga parte de los comités de aplausos, de aquí o acullá.
Así el “TODO BIEN,
TODO BIEN! Se viene replicando de manera inconsciente!? Ante una serie de
sucesos que afectan a la ciudadanía y el bienestar colectivo. Veamos:
Ante el proceso de
Paz o recrudecimiento de la guerra hay que decir?: ¡TODO BIEN, TODO BIEN!
Si las
multinacionales explotan y degradan el medio ambiente hay que decir? TODO BIEN,
TODO BIEN!
Si el mundo padece
hambrunas y se recomiendan exterminios de los pobres para combatir la pobreza
habrá que decir? TODO BIEN, TODO BIEN.
Ante el terrorismo
de Estado, religioso, político, xenofóbico, racial, económico debemos decir:
TODO BIEN, TODO BIEN?
Ante la corrupción
de los funcionarios públicos, privados y políticos hay que decir: TODO BIEN.
BIEN?
HOJA ESCRITA
considera que esta connotación del TODO BIEN, TODO BIEN nos está haciendo daño porque nos está
llevando a un conformismo o a la indiferencia ante los conflictos que están
afectando la calidad de vida de todos los mortales de la madre natura. La razón
de ser de los docentes-maestros es formar ciudadanos con competencias para vivir, para vivir como
individuos y seres sociales y así encontrar la felicidad en el planeta tierra,
en el aquí y en el ahora.
¿TOCARÁ DECIR
TODO BIEN. TODO BIEN? O? LA INDIFERENCIA NO PUEDE SER MI DELITO?
Te la dejo ahí.
HERNANDO ENRIQUE MULETT RODRIGUEZ.
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