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viernes, 16 de enero de 2015

!TODO BIEN. TODO BIEN!

HOJA ESCRITA.

¿¡TODO BIEN, TODO BIEN!?


La expresión lanzada por el carismático jugador de la selección colombiana “El pibe Valderrama” “TODO BIEN, TODO BIEN” hizo carrera en la cultura caribeña, en especial en la barranquillera.

El espíritu de la expresión “todo bien, todo bien” a lo mejor fue para expresar el estado de satisfacción personal por  los éxitos deportivos, de salud, de paz consigo mismo, de agrado con el público, con los amigos, con los dioses que lo protegen, por trasmitir energías positivas a  su entorno, por dignarse de hacer cosas en pro de sí mismo y de los demás.  Son estas connotaciones las que validan el valor del afecto del PIBE consigo mismo y con la vida y quien use la expresión en ese tenor puede decir: “!todo bien!, ¡todo bien!  Bienvenida sea.

La expresión desafortunada mente ha venido tomando otros giros, otras connotaciones que rayan con usarla como sinónimo de indiferencia, de silencio cómplice, de aprobación a lo inmoral, de dejar hacer, dejar pasar, de ser “chévere” o “bacano” ante cualquier tipo de inmoralidad.
El culto que se le viene haciendo al “todo bien”, es el equivalente al todo vale, es el andar por los atajos, por el negocio sucio, por la cultura mafiosa y los ciudadanos para acomodarse o adaptarse al medio  tiene que hacerse el de la vista gorda ante los distintos tipos de delitos y decir “todo bien” y agregar como voy yo allí?  El famoso “cvy”.
En las instituciones públicas esta expresión “todo bien”, “todo bien! Es un cáncer que ha hecho metástasis y que tiene en cuidados intensivos a la institucionalidad por cuanto los anti valores administrativos y de gestión económica ha desbordado el cumplimiento de las normas constitucionales y legales que lo rigen.

Someramente quiero referirme a la institución educativa, es la Escuela-Colegio el centro de la formación y de la  educación intencionada del ciudadano en valores y  competencias para su desempeño en la praxis de la vida. Sin sobrevalorar a la institución educativa considero que hoy tiene la sociedad en ella, la escuela -colegio, su eje nuclear donde gira el devenir de la sociedad.

Nuestra Constitución Política relieva su importancia en varios de sus artículos y la ley general de la educación legisla todo unas intencionalidades del DEBE SER que no se desarrollan porque el ESTADO también está mal utilizando el “todo bien” con la cultura de la ilegalidad que no hace posible que se hagan realidades las intencionalidades propuestas en la carta magna, leyes y decretos del MEN, dado que los órganos de “control” también dicen TODO BIEN, TODO BIEN.

La democracia escolar participativa por medio del Gobierno Escolar es una farsa que los distintos estamentos decimos “todo bien, todo bien”  y de allí deviene mala calidad educativa, la violencia escolar, el mal uso de los recursos económicos y del talento humano. La indiferencia por docentes por la gestión hace carrera hasta el punto que no quieren hacer parte de los Consejos directivos.  Pero hay que decir todo bien, todo bien. Porque te pueden hacer un “traslado discrecional”. Lo cual lo avala la secretaria porque existe un currículo oculto de dar golpes certeros a quien no haga parte de los comités de aplausos, de aquí o acullá.

Así el “TODO BIEN, TODO BIEN! Se viene replicando de manera inconsciente!? Ante una serie de sucesos que afectan a la ciudadanía y el bienestar colectivo. Veamos:
Ante el proceso de Paz o recrudecimiento de la guerra hay que decir?:  ¡TODO BIEN, TODO BIEN!

Si las multinacionales explotan y degradan el medio ambiente hay que decir? TODO BIEN, TODO BIEN!

Si el mundo padece hambrunas y se recomiendan exterminios de los pobres para combatir la pobreza habrá que decir? TODO BIEN, TODO BIEN.

Ante el terrorismo de Estado, religioso, político, xenofóbico, racial, económico debemos decir: TODO BIEN, TODO BIEN?

Ante la corrupción de los funcionarios públicos, privados y políticos hay que decir: TODO BIEN. BIEN?

HOJA ESCRITA considera que esta connotación del TODO BIEN, TODO BIEN  nos está haciendo daño porque nos está llevando a un conformismo o a la indiferencia ante los conflictos que están afectando la calidad de vida de todos los mortales de la madre natura. La razón de ser de los docentes-maestros es formar  ciudadanos  con competencias para vivir, para vivir como individuos y seres sociales y así encontrar la felicidad en el planeta tierra, en el aquí y en el ahora. 

¿TOCARÁ DECIR TODO BIEN. TODO BIEN? O? LA INDIFERENCIA NO PUEDE SER MI DELITO?

 Te la dejo ahí.



HERNANDO ENRIQUE MULETT RODRIGUEZ.


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