HOJA ESCRITA.
EDUCACIÓN LAICA Y CALIDAD EDUCATIVA.
El tema de las creencias religiosas
como se dijo en la HOJA ESCRITA anterior es espinoso y lo mejor es hacerse el
de la vista gorda, pero tal actitud de “tolerancia” es equivalente a
indiferencia y ese TODO BIEN,TODO BIEN, no lo conjugamos ni en presente, ni
pasado, ni futuro. La razón? Consideramos que lo más preciado que tienen los
hombres es su LIBERTAD, pero que esta se violenta desde la escuela, yo diría
que es el lugar donde más se violan los
derechos de los niños, todo en la escuela es impuesto, porque los adultos
creemos que tenemos toda la autoridad.(¡UF! Sii, como no, veamos el mundo
corrupto que le estamos dejando, si es que se lo dejamos). A nombre de DIOS,
FAMILIA Y PROPIEDAD se adoctrinan a
nuestros estudiantes violentando su libertad de conciencia, desarrollo
de la libre personalidad, igualdad, inclusión y democracia.
La convocatoria de Fernando Savater a su hijo Amador, a los
docentes nos atemoriza. “HAZ LO QUE QUIERAS!
y entre líneas agrega” siempre y cuando lo que hagas no te cause daño,
ni le haga daño a los demás” . Este es el fundamento de la ética pensar, elegir
y actuar con libertad de conciencia. Esa es nuestra misión educar en la autonomía
responsable.
Los docentes en procura de la salvaguarda de los derechos de los Niños,
jóvenes y adolescentes nos corresponde como funcionarios públicos desarrollar
las clases con un enfoque científico, democrático y ético y así contribuimos a
mejorar la calidad educativa con jóvenes de razón, de respeto a las normas
ciudadanas y librepensadores sin ataduras supra terrenales sino responsable de
sus actos.
La
religión es un asunto particular, como lo es el cepillo de dientes, que tienes
todo el derecho de profesar, pero la escuela pública no es el escenario para
ello.
QUÉ ES EDUCACIÓN LAICA?
La educación laica es una condición del desarrollo libre de
los individuos, pues asegura la libertad de conciencia de todas las personas,
tanto la de quienes adoptan alguna religión como la de quienes no lo hacen.
Ante el Estado y ante la ley estas personas son iguales.
Colombia es un Estado laico Dice la Constitución
de 1991: ARTÍCULO 18. Se garantiza la libertad de
conciencia. Nadie será molestado por razón de sus convicciones o creencias ni
compelido a revelarlas ni obligado a actuar contra su conciencia.
ARTICULO 19. Se garantiza la libertad de cultos. Toda persona tiene derecho a profesar libremente su religión y a difundirla en forma individual o colectiva.
ARTICULO 19. Se garantiza la libertad de cultos. Toda persona tiene derecho a profesar libremente su religión y a difundirla en forma individual o colectiva.
“ESCUELA LAICA En la escuela han de impartirse saberes, no creencias. No es lugar para difundir doctrina religiosa, en ocasiones contraria a derechos fundamentales como la igualdad de género, relaciones afectivo-sexuales, o identidad sexual del individuo. La escuela ha de ser un espacio donde ejercer el derecho a la libertad de conciencia en plena igualdad de condiciones, ha de impartir valores humanistas, científicos y universales, debe ser un lugar donde educar sin dogmas ni verdades únicas ni excluyentes, en el respeto a los derechos humanos, y en valores no sexistas y democráticos, siguiendo el criterio de la racionalidad y el conocimiento científico, lejos del doctrinarismo que se imparte en la asignatura de religión. Las escuelas públicas han de estar libres de cualquier símbolo confesional, para evitar cualquier interferencia en los objetivos educativos de convicciones particulares, religiosas o ideológicas ya que los centros con ideario propio han de financiarse por sus propios medios. Las creencias religiosas forman parte del ámbito privado y de la educación de los padres y madres, la enseñanza confesional ha de mantenerse al margen de la enseñanza obligatoria, y por tanto, es necesario desvincular la religión y la escuela. La educación pública y universal ha de ser respetuosa con las creencias religiosas particulares de cada persona. Por ello ha de mantenerse totalmente al margen de cualquier dogmatismo particular y hacer realidad el respeto debido a la dignidad de todas y cada una de las personas que la integran”.
El laicismo promulga la pluralidad, lo cual implica el respeto a
todos y no sólo a un culto.
Debe por tanto mantenerse celosamente la libertad de cultos que
implica creer en algo o no creer en nada o, incluso, asumir una posición de
escepticismo que es la de mantener dudas sobre el fenómeno religioso.
“La educación laica no debe suponer ni la carga antirreligiosa ni
la neutralidad. Si bien es clara la separación absoluta entre los contenidos
escolares y cualquier culto religioso, no debe negarse a los educandos una
elemental y bien graduada información sobre la historia de las religiones y su
presencia en el mundo contemporáneo. Ello forma parte de la historia de la
cultura y de la geografía humana actual.
La mundialización de los conocimientos que exige nuestra época implica que, se
exponga ante los alumnos el mapa religioso, antiguo y actual, y que cada una de
esas opciones sea tratada con respeto y objetividad. Significativamente, la
mejor prevención contra cualquier visión globalizadora arrasante y avasalladora
es el conocimiento de las historias y las razones nacionales y locales,
incluidos los cultos y creencias”.
El mundo occidental (el cristianismo en sus distintas tiendas o
megatiendas) ha pretendido imponer sus creencias al cercano y lejano oriente y
ante lo cual se cree con el derecho de hacer mofa, matoneo, irrespeto a los
musulmanes y las consecuencias son elocuentes.
También es pertinente reivindicar el sustrato humanista de la
mayoría de las religiones. Encontrar y resaltar los valores comunes en ellas y
hoy vigentes es abrir puertas a la comprensión y a la fraternidad.
“En suma, un laicismo
moderno implica afirmaciones más que negaciones, inclusiones más que
exclusiones. Pero su base es clara: la
educación debe estar fincada, esencialmente, en los resultados del conocimiento
científico y en el resguardo de los valores democráticos y éticos que comparte
la humanidad”.
“En la escuela colombiana no hay respeto por la figura del
niño ni del adolescente, ni mucho menos por la Constitución Política de 1991
que en su artículo 19 dice que se respeta la libertad de culto en Colombia y
que toda persona tiene derecho a profesar libremente su religión. Parece que
viviéramos en la constitución de 1886 que en su artículo 41 decía que “la
educación pública será organizada y dirigida en concordancia con la religión
católica”.
QUE
LOS DIOSES ME PROTEJAN: NANDO MULETT.
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